martes, 10 de septiembre de 2013

THE END OF COMPETITIVE ADVANTAGE
RITA GUNTHER McGRATH- 
Harvard Business Review - 2013
                                      

Porque nos encontramos en lo que denomina la autora: el final de la competencia? : Porque los contextos, entornos y la misma forma de competir ha cambiado radicalmente desde cuando se interpreto y conoció la ventaja competitiva como concepto en los negocios.
La más común y aceptada, la dada por M.Porter, como la ventaja que se logra a través del alcance de una posición única y valiosa, la cual se debe preservar y mantener. Casos como Kodak y Fuji demuestran como la búsqueda de los negocios colaterales o agregados son la clave cuando las presiones externas dadas por los avances tecnológicos o el requerimiento de materias primas, son mayores que la capacidad de reacción cuando se tiene una interpretación fija de la ventaja competitiva.
La forma como se compite en la actualidad entre las organizaciones agiles, no burocráticas, se basan en decisiones rápidas que permitan no quedarse atrapadas en el pasado. Se requiere de una nueva lógica para definir y asumir una estrategia que brinde ventajas competitivas temporales que respondan a las exigencias del momento y de largo plazo, ventajas competitivas sostenibles y sustentables, modificando la estrategia como sentencia única y fija que se debía aplicar con unas rutinas pre establecidas por todas las organizaciones.
Siempre se consideró la existencia de fuerzas estables únicas reforzando el supuesto existente al interpretar que al disponer de una ventaja competitiva, se podría hacer frente a cualquier fuerza y que dicha ventaja se conservaría a largo plazo de manera sostenible. Hoy se debe considerar toda fuerza externa y del contexto como dinámica variable y que puede actuar a favor o en contra. Igualmente considerar que la sostenibilidad a largo plazo se logra a través de la sustentabilidad del día a día donde las decisiones que se tomen se deben considerar como un sistema para preservar la ventaja, dejando a un lado el enfoque basado en unidades estratégicas de negocio que se encuentra asociado al rendimiento y respuesta de la ventaja existente sin considerar el futuro dinámico y cambiante.
La estabilidad exigida a las organizaciones para el logro de la ventaja competitiva es hoy vista como un producto de la inercia y la rutina que no fortalece la gerencia del cambio. Hoy la estrategia empresarial debe nutrirse por una conciencia sobre la urgencia del cambio constante, donde el disfrute de los mejores momentos de éxito de los negocios debe ser visto como algo pasajero, donde lo importante es el avance permanente de la ventaja competitiva.
Hoy la competencia entre los negocios se considera el resultado y puesta a prueba por los modelos de negocio diseñados para entornos y contextos específicos, donde lo general, abarcarte y estandarizado, no es lo apropiado. Toda estrategia de negocio actual debe incrementar el nivel de precisión y detalle al estar siendo orientada para un entorno y contexto específico.
La estrategia debe estar focalizada y los negocios deben contar con tantas estrategias  como contextos de mercado operen. Disponer de una capacidad para la gestión de múltiples ventajas competitivas.
La sofisticación de la estrategia ha llevado a dejar atrás el enfoque basado en la estrategia genérica, donde la simplificación era la regla a través de la existencia de la “estrategia única en un negocio”. Competir ha adquirido un nuevo significado: es destruir la diferenciación de la competencia de manera ágil y rápida. La velocidad para competir se ha vuelto crítica.
La estrategia debe ser vista como un ciclo, similar al ciclo considerado para un producto; se puede hablar de la existencia del ciclo de vida de la estrategia; donde cada modelo diseñado se hace para un contexto y un entorno específico. Cada negocio y cada contexto tiene su propia estrategia, moviéndose de manera ágil y flexible, permanentemente.

Las estrategias tradicionales de los negocios se desarrollaban bajo el supuesto de éxito inmediato, cuya fórmula podría durar eternamente. Hoy el ciclo de vida tiene sus entradas más importantes en las puntas de la flecha, al comienzo con el lanzamiento y al final con el abandono de la estrategia. Para generar la reconfiguración continua es necesario generar procesos permanentes de desenganche de la estrategia, moviéndose de los mercados y entornos específicos, antes de llegar al agotamiento, movilizando sus capacidades y recursos a nuevos mercados y entornos cuando aun se tiene la capacidad suficiente para hacerlo, con el fin de poder destruir la diferenciación que marca la competencia en diferentes mercados al mismo tiempo.
Hoy se requieren de líderes empresariales experimentados, dispuestos a salir de la zona de confort en cada estrategia propuesta para cada lugar y entorno ( mercado ) , donde opere como negocio y poder interpretar todos y cada uno de los ciclos de vida de la estrategia de manera sistémica y holística, reconfigurándolos continuamente.
La ventaja competitiva será exitosa en la medida que la suma de estrategias individuales opere para competir ágilmente, basadas en la reconfiguración continua y la búsqueda constante de oportunidades basadas en la innovación, movilizando recursos y capacidades constantemente.
La existencia de la paradójica combinación entre la estabilidad y la agilidad dinámica, define con precisión el contexto que debe generar la ventaja competitiva. Para el logro de la estabilidad de la estrategia quiere de líderes que reflejen la pasión por el logro de la misma, identidad y cultura que permita alcanzar la ventaja competitiva, despliegue y desarrollo de estrategias focalizadas a los mercados, liderazgo en el diseño de estrategias basadas en períodos de tiempo pre-establecidos y relaciones con el entorno donde los clientes y proveedores son la clave.
Para el logro de la agilidad y el dinamismo, se requiere de cambios permanentes en las operaciones y las organizaciones de manera incremental, no de manera dramática, con portafolios ágiles y flexibles. La velocidad es considerada como el mayor valor de las organizaciones y la innovación como una norma y no como una excepción; explorando mercados de manera continua y enfocada.
El logro del avance sostenible de la ventaja competitiva se dará en la medida que la organización abandone las estrategias formuladas de manera permanente y única. La presión de la búsqueda de nuevos mercados, la innovación, el ritmo que presente frente a la competencia, la migración de comportamientos del consumidor, los nuevos medios digitales y redes generan fuerzas que exigen un avance constante, focalizando cada vez más los mercados, los nichos, hasta llegar a la individualización.
Los recursos no son infinitos, son limitados y su efectividad dependerá si la estrategia formulada permite el uso correcto de los mismos enfocándolos hacia el impulso de oportunidades detectadas y la innovación permanente en mercados que hay que explorar.

Para contar con los líderes apropiados para desarrollar un nuevo contexto de ventaja competitiva, se requiere de un alto porcentaje de talento en cada uno para el aprendizaje permanente del entorno del comportamiento de la competencia, los mercados y en especial del desenganche de las estrategias propuestas; con habilidades especiales para comprender el significado y puesta en práctica de una ventaja competitiva sustentable y sostenible.